jueves, 29 de octubre de 2009

Carlos Carnicer, impuso la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort al decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo



El Presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, impuso la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort al decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo, en un acto que copresidió el Cardenal Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, y ha hecho la presentación Alfredo Flores, ex fiscal jefe sevillano.. El Ministerio de Justicia concedió esta “importante distinción” al decano de los abogados sevillanos, —hace ahora diez años—, “en atención a los méritos que como jurista concurren en su persona”, por sus méritos como jurista y por los servicios prestados a la Administración de Justicia, si bien, según fuentes colegiales, el propio José Joaquín Gallardo ha venido pidiendo a la Junta de Gobierno de la Institución que “se pospusiese el acto de imposición de esa condecoración”.




A dicho acto, asistieron también el presidente de la Unión Internacional de Abogados, Bernd Reinmüller, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados, José María Rosales, representantes institucionales de la abogacía española, autoridades judiciales sevillanas y representaciones de los principales estamentos jurídicos hispalenses. Alfredo Flores, ex fiscal jefe ahora dedicado al ejercicio de la abogacía, hizo la presentación de los méritos que concurren en Gallardo y a continuación éste agradeció un premio que, a su juicio "es un reconocimiento a toda la abogacía sevillana y no solo a quien les representa".




En su discurso, Gallardo ha destacado la faceta de servicio público que conlleva cualquier labor representativa y ha criticado aquellos casos "miserables" de personas que "se sirven de su cargo para sus intereses particulares". "Por desgracia, en numerosas ocasiones en la política y en otros ámbitos se incumplen descaradamente los mandamientos del servicio público", ha dicho, lo que "redunda en perjuicio de la credibilidad de las instituciones, del sistema y en contra de los ciudadanos". Se la concedieron hace diez años, pero hasta ayer no le fue impuesta porque hasta ese día "no fue el momento propicio".




Al final, José Joaquín Gallardo, el decano del Colegio de Abogados, recibió la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort como él quería: "En la casa de todos los abogados sevillanos". Hasta allí fueron muchos los compañeros que quisieron arroparle en este momento, "con el que se honra a toda la abogacía sevillana", señaló Gallardo tras recibir la medalla. Una década ha tardado en decidirse a lucirla, desde que en 1999 el entonces director general de Justicia y actual portavoz del PP en el Ayuntamiento, Juan Ignacio Zoido, le llamara por teléfono para anunciarle la designación. Desde ese momento, Gallardo se empeñó en saber quiénes eran las personas que habían rubricado la petición. "Hoy sé que eran el cardenal Carlos Amigo Vallejo, la entonces alcaldesa Soledad Becerril y tres decanos antecesores: José Ángel García Fernández, Manuel Rojo Cabrera y José Antonio Moreno Suárez". "Me alegré profundamente", dijo el decano, "y sabía que era obligado hacer un acto de imposición en honor a todos los letrados de Sevilla", ya que aseguró que se trata de "una distinción a todos los letrados, no sólo a mí".




Gallardo recibió la medalla de manos del presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, quien bromeó con el retraso. "Hemos tenido que rogar a la Unión Internacional de Abogados que celebre su congreso anual en Sevilla (que se inauguró ayer) para que le impusieran la medalla", señaló. De hecho, al acto también acudió el presidente de la entidad internacional Bern Reinmüller; además del cardenal Carlos Amigo Vallejo, quien le dedicó unas palabras; y la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra como única representantes del poder judicial. "Sevilla tiene un decano especial", dijo Carnicer después de que el cardenal alabara la "dedicación, la sabiduría, la modestia y la fe" de Gallardo, de quien destacó sus dos grandes amores en la vida: su familia y la Justicia.




La laudatio inicial fue pronunciada por el ex fiscal jefe y actual abogado Alfredo Flores, que hizo hincapié en los 30 años que José Joaquín Gallardo lleva "luchando por la Justicia”. Cerró su discurso comparando "el saber del letrado que trabaja sin más ayuda que la Ley" con la faena de un torero vista "desde el tendido cinco de la Real Maestranza de Caballería". Por su parte, Gallardo comenzó su discurso, en el que intentó apartar "las emociones y los sentimientos", criticando "la actitud miserable de los que se valen del cargo público y engañan a los que le han depositado su confianza", dos mandamientos que dijo "son fundamentales para la vida política". Este principio de servicio es el que ha intentado seguir "fielmente en los últimos 14 años", destacando la importancia de la Justicia en la sociedad, "sin la que no sería posible el Estado del Derecho", y de la "obligación moral, ética y visceral del letrado de hacer todo lo posible para estar al servicio de los demás".




Por último, Gallardo agradeció la medalla a la "abogada nuestra", la Inmaculada Concepción, patrona del Colegio. El acto estuvo presidido por Carnicer; el condecorado; el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo; el presidente de la Unión Internacional de Abogados (UIA), Bernd Reinmüller, y la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra.Pero fue el ex fiscal jefe y abogado Alfredo Flores, quien abrió el acto recordando que la distinción fue concedida a José Joaquín Gallardo allá por 1999, y glosó que el decano de los abogados sevillanos lleva ejerciendo como letrado desde el 13 de febrero de 1979, periodo durante el cual «hemos compartido amistad y debate jurídico».




Se refirió también a la precariedad de medios de la que adolece la Administración de Justicia cuando dijo: «Los abogados tenemos que ser justos, honestos y estar bien preparados, pero no mártires arrojados a la escasez».Tras ello tomó la palabra Gallardo, quien comenzó su intervención aseverando que «cualquier cargo público sólo se justifica desde la base del servicio a los demás, por lo que consideró que es miserable servirse del cargo y, con ello, engañar a los que depositan en tí la confianza».




Por su parte, el cardenal destacó que «honramos a Gallardo porque nos honra con su dedicación, su ejemplo, su sabiduría y su fe», mientras que Carnicer puso de manifiesto que la condecoración que ayer fue entregada «no vale nada, pero lleva en ella el corazón de toda la abogacía». «Sevilla tiene un decano especial», sentenció.Carnicer dejó claro que los abogados también tenemos que defender a los miserables y que la «clave de la justicia es proscribir la venganza».Terminó su intervención reconociendo la paciencia y comprensión de la familia de Gallardo, volcado en su trabajo, y en especial de Reyes, su mujer.«Reyes -le dijo- gracias por lo que has soportado y lo que te queda...».

martes, 27 de octubre de 2009

Imposición de la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort al decano de los abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo




El Presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, impuso la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort al decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo, en un acto que copresidió el Cardenal Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo.
El Ministerio de Justicia concedió esta “importante distinción” al decano de los abogados sevillanos, —hace ahora diez años—, “en atención a los méritos que como jurista concurren en su persona”, si bien, según fuentes colegiales, el propio José Joaquín Gallardo ha venido pidiendo a la Junta de Gobierno de la Institución que “se pospusiese el acto de imposición de esa condecoración”.
A dicho acto, asistió también el presidente de la Unión Internacional de Abogados, Bernd Reinmüller, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados, José María Rosales, representantes institucionales de la abogacía española, autoridades judiciales sevillanas y representaciones de los principales estamentos jurídicos hispalenses.

domingo, 25 de octubre de 2009

El martes se impone la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort al decano de los abogados sevillanos José Joaquín Gallardo.



El Presidente del Consejo General de la Abogacía Española Carlos Carnicer impondrá el próximo martes 27 de octubre la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort al decano del Colegio de Abogados de Sevilla José Joaquín Gallardo, en un acto que copresidirá el Cardenal Arzobispo de Sevilla Fray Carlos Amigo Vallejo.

El Ministerio de Justicia concedió esa importante distinción al decano de los abogados sevillanos hace ahora diez años "en atención a los méritos que como jurista concurren en su persona" .
Si bien, según fuentes colegiales, el propio José Joaquín Gallardo ha venido pidiendo a la Junta de Gobierno de la Institución que se pospusiese el acto de imposición de esa condecoración.

Asistirán también al acto el presidente de la Unión Internacional de Abogados Bernd Reinmüller, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados José María Rosales, representantes institucionales de la abogacía española, las primeras autoridades judiciales sevillanas y representaciones de los principales estamentos jurídicos hispalenses.

La imposición tendrá lugar en el transcurso de un acto estrictamente colegial que se celebrará en la sede del Colegio el próximo martes a las trece horas, antes de que esa misma tarde se inicie en el Teatro de La Maestranza el 53º Congreso de la Unión Internacional de Abogados, que durante toda esta semana reunirá en Sevilla a mil abogados de más de 70 países de los cinco continentes.

sábado, 24 de octubre de 2009

Los efectos del Terremoto de Lisboa de 1755 en Chipiona y la procesión del Cristo de las Misericordias


Por Manuel Jurado Domínguez.


Un año más, la Hermandad del Santísimo Cristo de las Misericordias volverá a procesionar la Imagen hasta la Cruz del Mar, para conmemorar aquel terrible y desolador terremoto acaecido en la ciudad de Lisboa en el año de 1755, y que tanto daño causó en nuestro pueblo.

El sábado día uno de noviembre de 1.755, tuvo lugar uno de los terremotos más fuertes sufridos por la provincia de Cádiz. Según un informe de Alfonso de Cabrera, Administrador de la época del Duque de Medina Sidonia, publicado por la Fundación Archivo Casa de Medina Sidonia, nos relata como acontecieron los hechos y dice: ". el sábado 1º de noviembre de 1.755, cerca de las 10 de la mañana hallándose el día muy apacible y sereno, se experimentó en el Estado de dicho Eximo. Sr. y toda su comarca un furioso temblor de tierra que duró de 10 a 15 minutos, al que siguió poco después una precipitada inundación del mar, ocasionando por el reventó que por ella dio el aire encarcelado en las entrañas de la tierra, causando esto dos movimientos de tierra y agua...".

El epicentro de dicho Terremoto se encontraba sobre el cabo San Vicente, pero dado los graves destrozos materiales ocasionados así como el elevado número de víctimas mortales causadas en Lisboa, es por lo que se le conoce como el "Terremoto de Lisboa". El número total de víctimas se estimaron en torno a las 60.000 y con una intensidad de 8º en la escala de Mercalli.

Aquí en Chipiona, donde según Fco. Sace, el Terremoto de 1.755, fue una de las mayores catástrofes ocurrida en nuestra localidad. Las aguas se retiraron de las costas en dirección mar adentro, volviendo con una fuerza embravecida contra los muros que protegían al Santuario de Regla y al Humilladero, llegando a dejarlo totalmente destrozados, estos muros años más tarde, sobre el 1.789, tuvieron que ser reconstruidos por otros más fuertes y de mayor grosor en previsión de otros posibles avatares del mar.

En la parte poblada del pueblo y más concretamente en la parte del "muellecito" y del "barrio", el agua entró por el pueblo inundando parte de este. La población de entonces, unas mil personas, para salvar la situación sacaron en procesión al Santísimo Cristo de la Misericordia, una imagen de la cual no existe autoría, aunque algunos expertos la atribuyen a la escuela de Roldán. De esta imagen se tiene noticias desde el año 1.550, así como de su cofradía que data de ese mismo año. El Cristo fue llevado en rogativa a la playa, bajando las aguas por lo que se entendió que fue un milagro. En aquel lugar se puso una columna con una cruz de hierro, es por lo que se conoce hoy en día como Cruz del Mar. La actual Cruz es obra J. Antonio Sánchez Bedoya.

Frente a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la O, existe una pequeña Ermita donde se encuentra el Cristo de la Misericordia, el cual cada año y siguiendo la tradición popular sale cada primero de noviembre en procesión para conmemorar aquellos acontecimientos vividos por el pueblo de Chipiona a causa del Terremoto de Lisboa de 1.755.

Esta Ermita, según nos cuenta Manuel Vidal, fue en su día una bodega de la casa de la familia Miranda Nieto, la cual al principio fue cedida a la Hermandad y hoy en día los herederos de la finca, los Sres. Máximo y José María Miranda han tramitado las escrituras a nombre de la misma.

La capilla antigua tenía un artesanado de madera con tejas a dos aguas y sus ventanas eran de ojo de buey (redondas). El retablo mayor, según nos cuenta el Sr. Vidal, antiguamente era de tipo Rocalla en el cual estaba en una hornacina a la izquierda la Virgen de la Soledad (de la cual hablaremos en otra entrega), a la derecha existía un San Cristóbal, este fue vendido por la hermandad a finales de los años 50 y su precio fue de 500 ptas. En la parte alta de este retablo, en el centro, existía una hornacina con un San Francisco de unos 60 cm. de altura, obra del siglo XVI. La Imagen del Santísimo Cristo de las Misericordias ocupaba el camarín central preferente, lugar que sigue ocupando hoy en día así como un niño Jesús, atribuido a la Roldana y que es titular de la Hermandad

La Hermandad como hemos dicho data del año 1550, actualmente consta de una Junta de Gobierno y un total de 510 hermanos los cuales pagan una cuota . Fue a partir de 1981 cuando a los pasos se le quitan las ruedas para ser sacado a hombros por hermanos costaleros. Estos también son los costaleros de la Virgen de Regla.

Para terminar decir, que el pueblo de Chipiona ha de volcarse cada uno de noviembre en acompañar al Santísimo Cristo de las Misericordias, ya que se conmemora un echo histórico, que tuvo graves consecuencias para nuestros antepasados, los cuales vieron en el Cristo su salvador.

Manuel Jurado Domínguez
Investigador de Historia

sábado, 17 de octubre de 2009

Pujol asegura que el PSOE le pidió en 1980 sustituir a Suárez por un militar


Con esta revelación confirma que aún no está investigada la trama civil del 23-F

Por Juanito Zahor

Ya en los meses posteriores al fallido golpe de estado del 23F de 1981, quedó claro para cualquier mortal medianamente inteligente que los implicados en el mismo no eran solamente los famosos Tejero, Milans del Bosch o Armada, entre otros. También quedó claro que era muy sospechoso que solamente un civil, el sindicalista de extrema derecha, Juan García Carrés, fuese el único implicado en la trama. Por aquello de salvar la democracia pronto todo quedó tapado, finiquitado y visto para sentencia.
La segunda parte de las memorias del ex presidente catalán Jordi Pujol, contribuyen ahora a poner un poco de orden de parte de la verdad de qué ocurrió en ese golpe de estado fallido y reverdecen polémicas olvidadas antaño interesadamente. Pujol desvela en su segundo volumen de memorias que, en 1980, el dirigente socialista (*)Enrique Múgica le propuso, en la "obsesión" del PSOE por hacer caer a Adolfo Suárez, sustituir al entonces presidente del Gobierno por un militar de "mentalidad democrática".
En un momento de grave crisis política por la debilidad de la UCD, Pujol ha revelado que recibió a finales en verano de 1980, en su casa de Premià de Dalt (Barcelona), a Enrique Múgica, entonces destacado dirigente socialista, que posteriormente llegó a ser ministro y hoy es el Defensor del Pueblo.
Según Pujol, la visita tenía por objeto "preguntarme cómo veríamos que se forzase la dimisión del presidente del Gobierno y su sustitución por un militar de mentalidad democrática".
"Le manifesté mi desacuerdo total. Esta visita, con otros hechos, habla de una prisa muy grande de los socialistas por llegar al poder. En definitiva, muy poco responsable". Múgica ha querido desmentir ese episodio, tachándolo de "ocurrencia inventada". Según él, nunca propuso cambiar al entonces presidente, Adolfo Suárez, por un militar. Por su parte, Jordi Pujol no está dispuesto a que lo dejen por mentiroso. Ni a él ni a sus memorias. 'Múgica vino a verme, y eso va a misa', ha dicho textualmente.Pujol tiene varios documentos que, en su opinión, prueban esos movimientos del PSOE. Pero el principal testimonio es él mismo, que compartió aquella comida con Múgica y le mostró su rechazo a la idea de sustituir a Suárez. “Además, el ex presidente de la Generalitat se ha apoyado en un libro de reciente aparición, 'Anatomía de un instante', de Javier Cercas, y otro de 2001, 'El 23-F a Catalunya', de Pere Cullell y Andreu Farràs. En ambos se hace alusión a los movimientos del PSOE previos al 23-F para buscar una solución al desconcierto del Gobierno de Suárez."Tiene toda la lógica. Múgica también iba a ir en el Gobierno de Armada. En uno de esos libros [el de Cercas] sale como ministro de Sanidad. Yo le dije que ni hablar", sostiene Pujol Por su parte, con su cinismo acostumbrado y pretendidamente monjil, Armada asegura no saber nada del plan de Múgica para desplazar a Suárez dejando por sentado, de esa forma, que era ajeno a una operación política de semejante calado. Armada añadió que Múgica y Pujol son, en todo caso, quienes pueden aclarar ese episodio.
Lo que sí es cierto que en aquella época la mayoría de dirigentes y partidos se confabularon contra Suárez en unión de la banca, la iglesia y el ejército y muchos políticos demostraron su catadura moral y que la democracia les importaba un pimiento. En la lista del supuesto gobierno presidido por Armada, facilitado entre otros por la periodista Victoria Prego tomado por testigos presenciales, figuran dos reconocidos comunistas, como Solé Tura y Tamames quienes curiosamente tomaron pronto otras sendas fuera del PCE. El primero de ellos desembarcó en el PSOE y fue nombrado ministro.
En la historia de España cabe recordar que la dictadura militar del general Primo de Rivera contó con el apoyo decidido de gran parte de la clase política, entre ellos el PSOE.
En cualquier caso, con el paso del tiempo la figura del ex presidente D. Adolfo Suárez González se hace más grande y acreedora de un permanente recordatorio. Todos los pueblos de España deberían tener una calle con su nombre.

A continuación la lista del supuesto gobierno del general Armada:
-Presidente: general Alfonso Armada
- Vicepresidente para Asuntos Políticos: Felipe González (PSOE)
- Vicepresidente para Asuntos Económicos: J. M. López de Letona (Banca)
- Ministro de Asuntos Exteriores: José María de Areilza (Coalición Democrática)
- Ministro de Defensa: Manuel Fraga Iribarne (Alianza Popular)
- Ministro de Justicia: Gregorio Peces-Barba (PSOE)
- Ministro de Hacienda: Pío Cabanillas (UCD)
- Ministro del Interior: general Manuel Saavedra Palmeiro
- Ministro de Obras Públicas: José Luis Álvarez (UCD)
- Ministro de Educación y Ciencia: Miguel Herrero de Miñón (UCD)
- Ministro de Trabajo: Jordi Solé Tura (PCE)
- Ministro de Industria: Agustín Rodríguez Sahagún (UCD)
- Ministro de Comercio: Carlos Ferrer Salat (presidente de la CEOE)
- Ministro de Cultura: Antonio Garrigues Walker (empresario)
- Ministro de Economía: Ramón Tamames (PCE)
- Ministro de Transportes y Comunicaciones: Javier Solana (PSOE)
- Ministro de Autonomías y Regiones: general José Antonio Sáenz de Santamaría
- Ministro de Sanidad: Enrique Múgica Herzog (PSOE)
- Ministro de Información: Luis María Ansón (presidente de la agencia Efe)

(*)Enrique Múgica
En vísperas del golpe de Estado del 23-F en 1981, como presidente de la Comisión de Defensa estuvo en un almuerzo con varios comensales entre los que se encontraba el futuro general golpista Alfonso Armada. Hubo cierta polémica sobre dicho almuerzo ya que algunos golpistas aludieron a que en ella se había comentado entre los políticos presentes que era necesario un golpe de timón. Múgica fue llamado a declarar por ello en el juicio contra los golpistas, negando tales acusaciones. Aunque no fue a más, aquella polémica contribuyó a mantener a Múgica en un discreto segundo plano durante algunos años. Ricardo Pardo Zancada, comandante que actuó como enlace de Milans del Bosch en el 23-F, en su libro "23 F la pieza que falta" sitúa a Múgica en la lista de Gobierno a imponer que llevaba Alfonso Armada.
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lunes, 5 de octubre de 2009

EL ESCUDO DE CHIPIONA



La asociación cultural Caepionis, pionera y principal promotora en la modificación de la leyenda del escudo de Chipiona.
Por Juan Luis Naval Molero.
Esta Asociación que desde su fundación lleva en su anagrama el escudo de Chipiona con la leyenda de Cæpionis Turris, se dirigió al Ayuntamiento solicitando este cambio en diferentes ocasiones desde 1977 hasta 1996.
Su tesis se basa en que no existe documentación alguna tanto geográfica, histórica ni morfológica en la que apoyarse para deducir que el nombre de Chipiona pudiera provenir de algún personaje histórico llamado Scipión y sin embargo ocurre todo lo contrario con el nombre de Cæpión.
Si consultamos la extensa documentación existente, libros o documentos relacionados con la antigüedad de esta zona de la provincia de Cádiz, podemos ver como autores clásicos antiguos como el geógrafo griego Strabón, el romano Pomponio Mela, denominan al referirse a esta parte de costa como "Cæpionis Turris", "La Torre de Cæpión".
Posteriormente en 1634, el Doctor Rodrigo Caro, en su obra "Antigüedades y Principado de la Ilustrísima ciudad de Sevilla" nos dice que Chipiona heredó el nombre de la Torre de Cæpión.
Corroboran esta opinión, Isacio Vosio que en su edición dice: Se leía antes Cæpionis....
Abrahán Gronovio también dice: In ipso mari, monimentum Cæpionis.... Ceán Bermúdez, Madoz y otros, admiten dicho nombre como el más justificado que se conoce.
Más recientemente en la Historia de España de Ramón Menéndez Pidal y en la de D. Claudio Sánchez Albornoz también se menciona a Chipiona como "Cæpionis Turris".
Nuestro historiador chipionero D. Miguel Espinosa Pau, también se preocupó en su libro "Cæpionis Turris", escrito por los años 40 de este siglo, de la procedencia del nombre de Chipiona del cual realizó un excelente trabajo.
Después José Florido Ríos en el año 1977 hizo un interesante estudio sobre el tema de la leyenda de nuestro escudo. Estudio que fue presentado a Pleno el 29/11/1977 (Punto 9) para solicitar en su día el cambio de la leyenda de nuestro escudo. Más tarde en el Pleno de 19/06/1981 (Punto 7) el Ayuntamiento se ratificó en el contenido del acuerdo plenario adoptado en sesión 29/11/1977.
Por último, a través del Concejal Delegado de Cultura, Eduardo Gutiérrez Castro, se volvió a llevar al Pleno del Ayuntamiento, sesión 20/06/1996, siendo aprobado por todos los grupos políticos y posteriormente tras su publicación en el BOJA de 03/12/1996, fue sometido a información pública por espacio de 20 días a efecto de alegaciones en el tablón de edictos del Ayuntamiento. A continuación se elevó a la Consejería de Gobernación para su aprobación definitiva.
Sometido el expediente a la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, es informado favorablemente, según acuerdo de 29 de julio de 1997.
Con fecha 20/11/1997, el Consejo de Gobierno de la Consejería de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía dispuso:
1º Autorizar al Ilmo. Ayuntamiento de Chipiona (Cádiz), para que modifique la leyenda que figura actualmente en la bordura de su escudo municipal: "Scipionis Turris" por la de "Cæpionis Turris".
2º El presente Decreto entrará en vigor el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.

En cuanto a la pronunciación y derivación de la palabra "Cæpionis" en Chipiona es de tener en cuenta que la "C" latina en un principio tuvo el sonido de la "K" y que empezó a perderlo hacia el siglo III de nuestra era.

Después tuvo una alteración en la llamada "pronunciación romana" pasando a ser "G" como ocurre en el italiano, o "CH" como ocurrió en el sur de la península en lo que fue lengua de los mozárabes donde se pronunciaba como "CH". Ejemplos de este tipo lo tenemos en palabras derivadas del latín como Illici que pasó a "Elche" y no Elce, Cícero que pasó a pronunciarse "Chícharo", y en el caso que nos ocupa que pasó de Cæpionis en un primer caso a Chepiona, convirtiendo el diptongo "AE" en E que era la pronunciación latina, como lo pronunciaban también los árabes y posteriormente a la actual Chipiona.
La posibilidad de que se derivase de la palabra "Scipión" hubiere dado el nombre de "Escipiona" o de "Eschipiona" pues el vulgo tendió siempre a abreviar las palabras suprimiendo letras y aún sílabas con mucha más frecuencia al final (apócope) que en el principio (aféresis) o en medio (síncope).


Juan Luis Naval Molero.
Presidente de la Asociación Cultural Caepionis .Cronista Oficial de la Villa.